A mayor oxitocina, mayor felicidad
Treinta minutos bastan para despedirnos con una sensación cálida en el alma que nutre, reconforta y une. Una vez a la semana al término de la clase de yoga, algunos compañeros solemos atravesarnos al cafecito de enfrente para convivir –dado a las actividades matutinas de todos, un máximo de media hora. ¿A qué se debe […]...
[rt_social_links]