¿EXISTE LA PÍLDORA MILAGROSA? II
FECHA 2018-06-07 10:28:15
“La salud es la más grande de las bendiciones”, escribió Hipócrates 400 a.C. y no hay manera de contradecirlo.
Sin salud todo pierde sentido, incluso la vida misma. Por lo tanto, cuidarla es una prioridad sobre todas las cosas.
Si bien la medicina ha avanzado de manera vertiginosa, también confirma que dicho avance no ha sido suficiente para prevenir el incremento alarmante de un sinnúmero de enfermedades. Regresar a las bases es la nueva consigna. Los científicos reconocen cuatro pilares imprescindibles para ello: alimentación, ejercicio, sueño y estabilidad emocional. Si hay alguna deficiencia en alguno de los cuatro el cuerpo, irremediablemente, se enfermará.
LA META ES PREVENIR
“La mejor medicina es enseñarle a la gente cómo no necesitarla –recurro una vez más a la sabiduría de Hipócrates–. La enfermedad no aparece de la nada. Se desarrolla a través de pequeños pecados en contra de la Naturaleza. Cuando se han acumulado los suficientes, la enfermedad aparecerá repentinamente.”
Sentarse es la nueva forma de fumar, lo demuestran las investigaciones. Hace cien años nos movíamos mucho más, ¿cierto? En el campo, en las fábricas, en la casa y, en general, se caminaba mucho. En cambio, hoy permanecemos sentados frente a una pantalla la mayor parte del día, para luego llegar a la casa y sentarnos de nuevo a seguir conectados a otra pantalla.
Si bien hay muchas formas de prevenir, nada más efectivo que hacer ejercicio. Sin importar la edad o el tipo de vida, hay que moverse, movernos. Esto beneficia al cuerpo entero, incluyendo al cerebro. El ejercicio es la mejor manera de prevenir el Alzheimer y la depresión, de mejorar la memoria y el aprendizaje, además de prolongar la vida, tanto como cinco años.
EL EJERCICIOPROLONGA LA VIDA
Conforme pasan los años, nuestras células se dividen una y otra vez y sus telómeros –la capa protectora al final de los cromosomas– se acortan. En un estudio publicado en el número especial de la revista Time, titulado “The Science of Exercise”, se mostró que el ejercicio desacelera el envejecimiento a nivel celular. Se tomaron biopsias de músculo y sangre a 10 personas sanas antes y después de hacer 45 minutos de bicicleta estacionaria. Y se encontró que el ejercicio aumentaba el nivel de las moléculas que protegen los telómeros, lo que demuestra que desacelera la rapidez con la que suelen acortarse. “Además, aumenta el tamaño y el número de las mitocondrias, que son las plantas de energía de las células, que ayudan a que el cuerpo opere de manera óptima”, comenta Stella Volpe, de Drexel University.
¿CARDIO O FUERZA?
“Debes hacer una combinación de ejercicio aeróbico con fuerza muscular”, según Cedric Bryant, director del American Council on Exercise. “Lo aeróbico quema calorías que de otra manera se almacenan como kilos extra, mientras el esfuerzo muscular –como el que se hace con el yoga, los pilates o los ejercicios de resistencia–, construye y mantiene la masa muscular que se pierde con la edad, dispara y acelera el metabolismo, aun durante la menopausia.”
Cuando llevas a cabo una rutina de ejercicio de moderado a intenso vives con menos estrés, menos ansiedad y una autoestima más elevada. Te sientes de maravilla, esa es la verdad. Claro que hasta para quienes amamos el ejercicio la disciplina es ardua, en muchas ocasiones el cuerpo pide seguir en la cama o nos justificamos de mil maneras para no hacerlo. Sin embargo, ahí reside el reto personal, pues finalmente nunca te arrepientes y te hace sentir más fuerte, más seguro de ti mismo y más resiliente.