Hambre de piel

¿Has sentido la electricidad que corre en tu piel al tocar a alguien? o ¿la maravilla que es sentir que, al abrazar, son las almas las que se abrazan? Pues de no reforzar lo anterior en nuestras vidas, pronto parecerá que hablamos de algo que refelejaba el estilo de vida del pasado.
Si, en el mundo ya padecemos el síndrome de “hambre de piel”. Es un hecho que, hoy ponemos nuestras manos con mayor frecuencia sobre laptops, tablets y celulares, que en los cuerpos de nuestros cercanos. Además, las pantallas nos dan la falsa impresión de estar acompañados y de que no hay soledad. Sin embargo, parece que entre más crecemos, recibimos menos caricias.