En segundos, una pieza de dominó cae sobre la otra y ésta sobre otra más, derribando toda la hilera o la serie de hileras que con toda paciencia una o muchas personas acomodaron durante horas, días o meses. Verlo hipnotiza al observador y provoca entre emoción y desencanto. Quizá porque nos enfrenta con lo efímero de la vida.
El récord mundial de lo que se conoce como "efecto dominó" es de 4,491,863 fichas de dominó. La hazaña la logró la compañía Weijers Domino Productions y se llevó a cabo en Leeuwarden, un pueblo de los Países Bajos, el 13 de noviembre de 2009.
Lo curioso es ver que la casi nula fuerza de la primera pieza se incrementa por acumulación hasta llegar, en este caso, hasta 94,000 julios (unidad para medir energía, trabajo y calor), que se pueden comparar con la energía que un hombre de tamaño promedio necesitaría para realizar 545 lagartijas.
Los expertos saben que cada una de las piezas colocada representa una energía en potencia; entre más piezas se alineen, más energía potencial se acumula, ¿cierto? Pues en 1983 Lorne Whitehead, un físico de la Universidad de British Columbia, descubrió que una ficha de dominó puede derribar algo mayor a su tamaño y peso.
Su teoría se comprobó más tarde, cuando se fabricaron ocho piezas de dominó en madera, con la característica de que cada una era 50 por ciento más grande que su antecesora. El sonido de la caída de la primera ficha fue un ligero tick, sin embargo, rápidamente se convirtió en un retumbo muy fuerte. ¿Qué implicaciones puede tener este experimento en nuestra vida, te imaginas? Muchas.
Una sola cosa a la vez
Si has tenido en mente realizar un proyecto, el deseo de adquirir un hábito, de lograr un sueño, lo importante es empezar con la casi nula fuerza de la primera ficha. ¿Qué no tienes todo lo necesario? No importa. ¿Qué no es perfecto? Tampoco. Haz una lista de todo lo que deberías tener y elimina, tacha lo irrelevante hasta quedarte con una cosa imprescindible, esencial, imperativa. Empieza sólo con una cosa a la vez.
Lo importante es concentrar tus esfuerzos y atención, como afirma el libro The One Thing, escrito por Gary Keller y Jay Papasan. Ésa es la clave del éxito. Una de las razones por las que no logramos las metas es la serie de distracciones que bloquean nuestra visión tubular, llámense correos electrónicos, redes sociales, reuniones, llamadas y demás.
Enfócate. Para encontrar lo realmente importante en las diversas áreas de tu vida, hazte lo que los autores llaman "la pregunta esencial": ¿cuál es una cosa que al hacerla todo lo demás se vuelve más fácil o irrelevante? Ya sea en tu salud física, en tu vida espiritual, en tu vida personal, en tus relaciones importantes, en tu trabajo, en tu negocio o en tus finanzas.
Aquí algunas sugerencias:
En tu vida espiritual ¿cuál es una cosa que puedes hacer para ayudar a lo demás?
En tu salud física ¿cuál es una cosa que puedes hacer para lograr bajar de peso?
En tu vida personal ¿cuál es una cosa que puedes hacer para encontrar tiempo para ti mismo?
En tus relaciones ¿cuál es una cosa que puedes hacer para mejorar la relación con tu pareja?
En tu negocio ¿cuál es una cosa puedes hacer para ser más competitivo?
Una cosa a la vez. Identifica los distractores que hasta ahora te han detenido. Hazte la pregunta esencial de manera constante hasta convertirla en un hábito. Marcarás la diferencia. Con un poco de esfuerzo concentrado tu trabajo será más eficiente, más productivo y, como ficha de dominó, por naturaleza adquirirá cada vez más fuerza y energía.