“Vivo en una comunidad rural en Nuevo México, Estados Unidos. Hace 18 años, un niño como de 10 entró a mi jardín trasero a robarse la bicicleta de mi hijastro”, me escribe, Fernando Salazar, un seguidor en YouTube. Su historia muestra la gran repercusión que un acto de bondad puede tener en la vida de otros. “Salí y atrapé al pillo, pero me di cuenta de que al otro lado del cerco su abuelo lo esperaba. Al verse descubiertos, los dos se sintieron muy apenados. El abuelo me imploraba no llamar a la policía y el pequeño no dejaba de pedirme disculpas entre sollozos. Cuando me contaron sobre su situación económica me conmoví y terminé por regalarles la bici, no sin antes sermonear a los dos: 'Siéntete orgulloso de tu abuelo –le dije al niño–, ha sido capaz de robar por alegrarte; pero es mejor trabajar por lo que se desea, o bien, pedirlo y si no te lo dan, no importa. Siempre habrá muchas puertas que tocar y alguna se te abrirá”, le dije con más calma.
“En diciembre de 2020, mi esposa perdió su empleo por la pandemia y se nos acumularon las cuentas por pagar. Vendí herramientas de trabajo para cubrir algunas deudas y acudí al Sunset Bank para solicitar un préstamo e hipotecar la casa. El gerente del banco vio que mi récord crediticio era bueno y que era muy probable que lo aprobaran. 'Cuando era niño, un hombre me dijo que tocara muchas puertas y que alguna se tendría que abrir', me dijo el gerente. 'Lo mismo le dije a un niño al que le regalé una bicicleta', le contesté.
“Mi préstamo no fue aprobado, pero mis cuentas fueron pagadas y el 12 de febrero, el gerente del banco llegó a mi casa con herramientas nuevas y tres mil dólares en efectivo para mí. 'Soy el niño a quién le regaló la bicicleta, la cual cuidé por muchos años y fue mi inspiración para entender que cuando se quiere algo hay que trabajar por ello'”.
Un acto de bondad nunca se olvida. Pero hay más en la gentileza.
Ser gentil protege al corazón
Ser una persona gentil, amable o bondadosa, de acuerdo con el doctor David R. Hamilton en su libro The Five Side Effects of Kindness, además del bien emocional que implica, estimula la producción de la hormona oxitocina, que tiene muchos efectos positivos en el cuerpo, en especial en el corazón. A continuación menciono sólo algunos:
- La oxitocina es conocida como la “hormona del amor”. Nacemos con ella y es vital para vivir. Es un antioxidante natural, reduce la inflamación, aminora la ansiedad, aumenta la empatía y nos ayuda a comprender mejor al otro.
Sin embargo, los niveles suben o bajan según nuestro comportamiento sea, por ejemplo, gentil o no. Cuando algo nos conmueve producimos oxitocina y esto se da tanto en quien llevan a cabo una acción gentil, como en la persona en que repercute, como en la que observa.
- La oxitocina provoca que las paredes de las arterias se relajen y se ensanchen, lo que significa tres cosas: 1) más sangre en las arterias, 2) más nutrientes para el corazón y los órganos y 3) reducción de la presión sanguínea y, por tanto, de la posibilidad de un infarto.
- Se produce óxido nítrico (no) una de las sustancias más importantes para el cuerpo humano. Cuando la oxitocina se instala en las paredes de las arterias se produce óxido nítrico o la “molécula milagrosa”, como la llamó el doctor Louis Ignarro, Premio Nobel de Medicina en 1988.
- Se produce otro vasodilatador llamado péptido natriurético auricular (pna), que también circula en el torrente sanguíneo.
Así que, como ves, ser gentil crea un círculo virtuoso: producción de oxitocina, con la cual se produce óxido nítrico y péptido natriurético auricular, las cuales dilatan las arterias y reducen la presión sanguínea.
Ser gentil siempre será bueno además de que protege el corazón.