¿Sabías que la mayoría de las personas que vive en una ciudad cosmopolita permanece en un lugar cerrado entre 80 y 95 por ciento del tiempo? Dentro de la casa, la oficina, el coche, el cine, el súper o el centro comercial, lo cual, para decirlo pronto, es contra natura. Esto nos ha llevado a padecer lo que se conoce como el “Síndrome de Déficit de Naturaleza”, un término que se utiliza para describir un estilo de vida que refleja una salud física y psicológica precaria.
¿Hace cuánto tiempo que no pasas la mayor parte de tu día al aire libre? El encierro físico casi siempre se acompaña de un encierro mental que limita nuestra visión de la vida. El verano es una buena oportunidad para liberar la mente. Deja tu computadora, tu celular y alimenta tu cuerpo, mente y alma. ¡Cuánta falta nos hace retomar lo natural en el ser humano, que es el contacto con los elementos primarios que nos dan la vida: el aire, el agua, la tierra y el fuego! Si bien dichos elementos los hemos asociado con actividades como la meditación o con estados de conciencia, cada día se tiene mayor información sobre su importancia para la salud.