Quienes hemos vivido una pena, un dolor muy grande, un desamor, un periodo de fuerte estrés sabemos lo que es sentir el corazón roto. Es una sensación de vacío, como un hueco en el pecho que, hoy se sabe, impacta seriamente la salud física de este órgano.
Científicos como el cardiólogo Sandeep Jaguar, autor de Heart: A History, echan abajo los viejos tabús materialistas que consideran y reducen al corazón a una bomba muy eficiente, sin relación con las emociones. Él afirma que: “El estrés emocional es un asunto de vida o muerte”.
El corazón, a lo largo de la historia del ser humano ha estado ligado con las religiones, la filosofía, el arte, la poesía y demás. ¿Qué imagen asocias con el amor? Es curioso observar que la forma del corazón la encontramos en la naturaleza repetidas veces, en las hojas de árboles, en las flores, en las semillas y mil cosas más.
Pues este órgano ha sido continuamente un símbolo de la vida emocional excepto para la ciencia. Antes del siglo xviii, la era de la razón, las culturas antiguas sabían que el corazón era el asiento del alma, nuestra conexión con Dios o poder superior, el origen de la moral y la sabiduría. Sin embargo, a partir de entonces se canceló todo aquello que no fuera pesable, medible o comprobable, tendencia que continúa hasta hoy.