A la pregunta: “¿Qué es en realidad lo que poseo?” Los sufíes responden sin titubeos: “Lo único que tienes es aquello que no perderías en un naufragio; posees sólo una riqueza de la vida que no para nunca: la inhalación que entregas a la exhalación y la exhalación que entregas a la inhalación”.
Gracias a la respiración, un regalo que con frecuencia damos por un hecho, la vida en este plano existencial es posible. Cada célula de nuestro organismo depende de ella para sobrevivir y estar sana. De la misma manera, la mente depende de la inspiración para fortalecerse, para crear, crecer y actuar.
¿Cómo aprender a respirar?
