Por quién me fui a enterar… La historia de Ramón Carlín es realmente fascinante, inspiradora y motivo de orgullo para los mexicanos. Supe de ella gracias a Enrique, un amigo español aficionado, como nosotros, al campo y al aire libre. Junto a él y a otros ocho amigos recorrimos a caballo la Sierra de Gredos, en la provincia de Ávila en España.
La ventaja de platicar mientras se está sobre el caballo y en la pradera es que la charla se puede prolongar el día entero sin prisas ni máscaras. La audiencia varía conforme un caballo se aleja y otros se acercan en el trayecto que dura alrededor de siete horas; es decir, por la variedad de oídos o de historias nunca te aburres.
—¿Sabéis la historia del mexicano que ganó una de las carreras de velero más difíciles que hay alrededor del mundo; sin ser profesional de la regata? —me preguntó Enrique.
—No, no la conozco —le contesté. Y entonces asombrado, comenzó a narrarla mientras el recorrido se hacía más corto y placentero. La comparto:
De la inexperiencia al primer lugar mundial
